Tropas argentinas cargando pertrechos en Malvinas, el 13 de abril de 1982 (Foto: http://www.teinteresa.es)
Por estos días, hace ya 31 años, el mundo era testigo de un nuevo y cruento conflicto bélico. Se trata de la Guerra de la Malvinas, aquella campaña militar que pudo haber sido una gesta heroica para el pueblo argentino, pero que en realidad se trató de un delirio de grandeza provocado por los litros de alcohol que había ingerido el general Leopoldo Fortunato Galtieri, con la intención de que el «Proceso de Reorganización Nacional» (nombre oficial de la sanguinaria dictadura argentina entre 1976 y 1983) se perpetuara en el poder, jugando con un sentimiento vivo para nuestros vecinos. Al final, este verdadero «Vietnam» para los trasandinos, aceleró el regreso a la democracia.
Durante años se ha especulado sobre la real participación de la dictadura militar chilena al respecto. Oficialmente se asumió una postura de «neutralidad», que sin embargo no fue tal: La fallecida Margaret Thatcher agradeció personalmente a Augusto Pinochet, durante su detención en Londres, todo el apoyo prestado durante «la recuperación de las Falklands»; situación que fue confirmada por el general Fernando Matthei años después. El fin no era otro que evitar un posible triunfo de las armas argentinas, que les hubiese dado el envión anímico para ir, luego, a por el canal Beagle, estando en plenas negociaciones de paz impulsadas por la Santa Sede.
Una de las regiones donde se siguió con especial atención cada una de las alternativas del conflicto fue la XII Región de Magallanes y la Antártica Chilena, tanto por la cercanía que hay con la zona de conflicto, como por el recuerdo vivo de los tensos días de diciembre de 1978. Sin embargo, hubo un suceso que despertó la curiosidad de los magallánicos, del resto del país y de las dos fuerzas beligerantes: La aparición de un siniestrado helicóptero británico, modelo «Sea King», en las cercanías de Punta Arenas.
UNA REGIÓN ÁVIDA POR INFORMARSE
Puntarenenses leyendo la edición de La Prensa Austral con el inicio de las hostilidades en Malvinas (Sección Microformatos – Biblioteca Nacional)
Como decíamos anteriormente, la población de Punta Arenas, Puerto Natales, Porvenir y Puerto Williams quería informarse a cabalidad de todas las acciones bélicas en el Atlántico Sur. La información se emite a través de los dos diarios de la ciudad, La Prensa Austral (de lunes a sábado) y El Magallanes (domingos); y las radioemisoras locales como la señera Radio Polar (afiliada a Radio Portales de Santiago), las estaciones locales de Radio Minería y Radio Nacional de Chile y la Radio Presidente Ibáñez, que por ese entonces retransmitía la señal de Radio Cooperativa.
En tanto, el único canal de televisión existente en la zona era Televisión Nacional de Chile, que aún en 1982 transmitía en diferido la programación que se emitía en directo en gran parte del país (esquema que luego se repetía en la estación de Puerto Natales). El canal 6 de Punta Arenas iniciaba sus transmisiones a eso de las 11:00 horas con dibujos animados, emitiendo luego capítulos del «Festival de la Una» ya emitidos en Santiago.
En la tarde se pasaban telenovelas, series extranjeras y películas; y a eso de las 20:40 horas, en vez de la edición central de «60 Minutos» se emitía «Telediario», con las noticias más importantes de la región. Patricio Mladinic Centurione era el encargado de la lectura informativa, sucediendo a otros locutores como Alfredo Roni Caridi, Caupolicán Sanhueza, Artemio Gutiérrez, Juan Martinic y Carlos Bianchi. Sí, el actual senador magallánico.
Después del noticiero se emitía la programación estelar, que se interrumpía entre las 22:30 y 23:00 horas para dar paso al «Especial de 60 Minutos, vía satélite». Las comunicaciones satelitales recién se estaban implementando a gran escala en el país, pero en el caso de Magallanes y gracias a la instalación de la estación terrena de ENTEL Chile en mayo de 1978, se podían recibir diariamente 15 minutos de noticias en los estudios de TVN. En 1984 toda la red del canal estatal opera vía satélite.
El siguiente video, subido por la TV Pública Argentina, corresponde a la señal satelital que se podía recibir en Buenos Aires desde las Malvinas por parte de sus equipos desplegados en el frente. Lo particular, es que entre medio se cruzaban despachos del periodista de TVN por ese entonces, Ricardo Coya, y un saludo (sin audio) de Enrique Maluenda:
Ese era el panorama comunicacional en la Región de Magallanes, a través del cual sus habitantes conocieron el 2 de abril de 1982, la noticia de la ocupación de Puerto Stanley por parte de tropas del ejército argentino. Las noticias se iban sucediendo, y la gente observaba con mucha preocupación los movimientos que se sucedían en Río Gallegos y Ushuaia, a lo que se agregaba la tensión en que vivían los trabajadores chilenos al otro lado de la frontera.
El 29 de abril de 1982, el diario La Prensa Austral incluía en su edición dos noticias referidas al conflicto en Malvinas o en Falkands (como permanentemente indicaba aquel diario). La primera trata sobre la detención y posterior expulsión de Río Gallegos de un equipo de prensa de TVN Red Austral, compuesto por el periodista Gazi Jalil (quien años después sería editor general del departamento de prensa de canal 7) y el camarógrafo Jaime Rojas, quienes habían partido a cubrir los aprestos militares en la vecina ciudad.
La otra noticia, tenía que ver con las declaraciones del intendente de la región, brigadier general Juan Guillermo Toro Dávila (anterior intendente de Tarapacá, enfrentó en 1984 el famoso «Puntarenazo», intervino en el funeral de Pinochet y es padre del actual director de ONEMI, gral. (R) Ricardo Toro Tassara), quien negaba categóricamente que la zona operase como base aérea británica.
Días después, sin embargo, una extraña aparición pondría en duda estas afirmaciones (que obviamente, en ese tiempo no se podía poner en duda).
EL SEA KING EN AGUA FRESCA
Fotografía de portada de La Prensa Austral – 21/05/1982 (Seccion Microformatos – Biblioteca Nacional)
El 21 de mayo, La Prensa Austral se preguntaba en su titular: «¿Dónde están los tripulantes del helicóptero?». En su interior se consignaba el hallazgo de un helicóptero británico, modelo Sea King, matrícula ZA 290, en la zona de Agua Fresca, en el kilómetro 22 de la carretera a Fuerte Bulnes. Las primeras versiones indicaban que el aparato se accidentó en la madrugada del 18 de mayo, durante un fuerte temporal de viento y lluvia. Los restos de la aeronave aparecieron calcinados en un sector boscoso y cercano al mar, a 250 kms. de la frontera con Argentina y a 1.200 kms. de la zona de conflicto. De los tripulantes británicos no se sabía nada.
Según cuenta el diario, fue un pescador el que había encontrado los restos en la mañana del 19 de mayo, acudiendo posteriormente a confirmar el descubrimiento en horas de la tarde. Le cuenta el relato a un amigo, que en la noche lo acompaña a denunciar el hecho a Carabineros. Al día siguiente de la publicación de la noticia, se conoció que Jaime Chelef era quien se encontró con el Sea King, confirmando todo lo publicado por el impreso, excepto su ocupación laboral.
30 años después, el reportero gráfico José Villarroel González, recordó a La Prensa Austral la forma en que se habían enterado del hecho, que fue una exclusiva mundial para el matutino. A las 9 de la mañana del 2o de mayo, se recibe la alerta en la redacción y un equipo parte al sector que estaba fuertemente custodiado por efectivos de la Fuerza Aérea, con el objeto de no entorpecer la investigación que encabezaba el comandante Rafael Gaete, fiscal de la IV Brigada Aérea. “De ahí me bajé y tomé la foto desde arriba, previendo que me iban a prohibir el paso”, dijo Villarroel.
Los aparatos de seguridad le piden entregar la cámara o el rollo de fotografías, a lo que el fotógrafo se niega y parte al móvil del diario, del cuál se resiste a salir. Estuvo encerrado en el jeep durante una hora, hasta que un oficial lo deja salir, partiendo de inmediato a la sede del medio para revelar las fotos. Un verdadero acierto fotográfico.
El intendente Toro Dávila anunciaba que se buscaría en toda la región a los soldados ingleses, desconociendo las intenciones que tenían. La cancillería fue rápidamente notificada, enviando una nota de protesta a Gran Bretaña y citando a los embajadores de los países en conflicto a La Moneda. La BBC, por su parte, estimaba que al menos uno de los tripulantes del helicóptero estaría con vida.
EL ENCUENTRO CON LOS INGLESES
Nota de La Prensa Austral con el encuentro de los tripulantes del Sea King (Sección Microformatos – Biblioteca Nacional)
El 25 de mayo fueron encontrados 3 tripulantes del helicóptero en Río de los Ciervos, camino a Punta Arenas. Se trataban de los tenientes Alan Reginald Bennett y Richard Hutchings, además del suboficial Peter Blaine Imrie. Según se había podido conocer en ese momento, ellos estaban cumpliendo una misión bélica, pero al perderse gracias al temporal, caen en Agua Fresca el 18 de mayo y deciden destruir el helicóptero.
Eludieron el cerco policial montando campamentos, en su camino hacia Punta Arenas. En plena ruta, pasan por el frontis del Grupo de Instrucción de Carabineros (existente en ese momento) y son detectados por el centinela del recinto militar, quien da a aviso a sus superiores para proceder a su detención. Los británicos, curiosamente, no podían más de felicidad.
Al día siguiente, ya en Santiago, dieron una conferencia de prensa contando su historia y partieron de Chile horas más tarde. Las imágenes recorrieron el mundo, como se puede ver en este video de la TV Pública Argentina, que recoge parte de lo que, seguramente, fue el «Especial de 60 Minutos» para Punta Arenas, además de algunos despachos de la televisión japonesa:
UN DESPEGUE EN LA NEBULOSA
Hay muchas versiones respecto al lugar donde despegó el Sea King, como también acerca de los motivos de su caída. Una de ellas, recogida por el diario Clarín de Buenos Aires en el 2007, señala que el ZA 290 despegó con ocho hombres a bordo desde el portaaviones «Invincible», cercano a Comodoro Rivadavia, en una misión de exploración y recogiendo la versión oficial acerca de la caída del helicóptero. Sin embargo, se señala que en esos días no había mal tiempo, sólo una niebla espesa en la patagonia argentina, derribando esa tesis; presentando a la vez el relato de una compañía de soldados del Regimiento de Infantería 24 de Río Gallegos, quienes sintiendo el zumbido de un helicóptero, abrieron fuego en su contra. Ellos creen que el Sea King que cayó en Punta Arenas, era el helicóptero al que habían disparado.
Otra teoría indica que el Sea King no salió del «Invincible», sino que desde territorio chileno, siendo el inicio de la llamada «Operación Mikado». Esta operación implicaba la invasión del territorio continental argentino, en la que necesariamente debía ocuparse como plataforma a nuestro país. Lo anterior, corroborado por documentación oficial británica, no hace nada más que confirmar la colaboración de la dictadura de Augusto Pinochet con Gran Bretaña en la Guerra de las Malvinas.
El Archivo-N 